Durante el mes de agosto, celebramos siembras bajo la lluvia. Mientras el agua permanecía en la cordillera, nuestras manos sembraron Chiparos y Cachimbos para proteger la orilla de los ríos.
En esta ocasión, plantamos alrededor de 30 árboles en las orillas más sedimentadas del río Mulato. Previamente, identificamos zonas con erosión y procesos de movimiento en masa activos, para sembrar estos árboles clave para enraizar el suelo y evitar que los deslizamientos aumenten su nivel.
Junto al equipo, recorrimos la cuenca y realizamos un monitoreo constante del crecimiento de estos árboles, constatando su desarrollo y fijación del suelo. En el camino, también recorrimos la memoria de hechos antiguos que retratan la historia de la vereda Las Palmeras, donde también habitó la violencia y hoy buscamos con nuestras acciones cultivar la paz.
Hoy, hay 30 árboles en crecimiento, especies adecuadas para servir de sostén a la tierra que ya ha sufrido las afecciones de la intensa época de lluvias que vivimos este 2025. Esperamos que estas pequeñas acciones no solo sirvan para proteger la tierra, sino también a las comunidades que habitan cuencas abajo. El Chiparo es un contenedor natural y sus semillas y flores alimentan a miles de aves, primates e insectos.
Sembramos y cuidamos, recorremos los caminos y recordamos lo íntimo de nuestra memoria en cada paso, y en cada raíz que nutre nuestra propia vida.