Desde la fundación tratamos de no pasar un mes sin sembrar. Sin embargo, cada siembra tiene su tiempo y nosotros seguimos los tiempos de la luna.
Tradicionalmente, comunidades campesinas, indígenas y afros han utilizado los tiempos de la luna para crecer cultivos fuertes y saludables. Aprendiendo de esa herencia, desde la fundación tratamos de coincidir con esos tiempos y no dejar pasar la luna para germinar semillas, transplantar, cuidar o podar los arboles que hemos sembrado.
Buscamos incentivar que más gente siembre y se llene las manos de tierra, sembrando sombra para nosotros como humanos y sembrando hogares y alimentos para otros seres que habitan con nosotros la ciudad.